Hace poco me encontré un artículo en la web de un doctor en Cabalá al que he escuchado con cierto interés en alguna ocasión.

Su nombre es el Dr. Laitman. Para mi sorpresa, aunque identifico en él un tono conciliador para la mayoria de los asuntos, he visto un artículo suyo que lo titula de la siguiente forma: «Kabbalah’s Influence on Greek Philosophy».

«La influencia de la Cabalá en la filosofía Griega»

El artículo trata de elaborar como la filosofía griega debe su cualidad y existencia gracias a los encuentros de algunos filósofos griegos con ciertos profetas hebreos en la antigüedad. Personalmente, no tendría mayor problema en atender estas cuestiones siempre que se me razonaran con el debido criterio, pero este no es el caso. El Dr. Laitman no esta solo en esta idea, le acompaña de una forma más elaborada en su amplitud de análisis Zevi Slavin de «Seekers of Unity». Dicho esto, mi sentir es de respeto por estos dos investigadores e intelectuales, y esta expresión no puede ser más sincera, ambos me parecen personas de buen sentir, claros en sus exposiciones (aunque no esté de acuerdo con ellos en ciertas cuestiones) y con una búsqueda e indagación espiritual genuina que en el caso del Dr. Laitman ha tenido una proyección internacional. En el caso de Zevi y su proyecto «Seeker of Unity»  es profundamente inspirador y habla de una voluntad de convergencia espiritual, pero cita el mismo polémico ejemplo que el Dr. Laitman. Si bien su vídeo sobre Platonismo y Cabalá en el renacimiento es excelente y su elaboración es extensa, el detalle disonante, al que se refiere este artículo a desarrollar, merece ser atendido. ( + INFO y vídeo completo: AQUI )

Existe desde la antigüedad una relación entre la filosofía griega y la cabalá, mucho más de lo que se ha puesto al público en general. ¿Porqué estas coincidencias? No son simples coincidencias, está claro, pero incluso con conversos al Judaismo actual cuando estudian Cabalá desconocen estás cuestiones que no pueden remitirse únicamente al estúdio místico hebreo, sino que pertenecen a un conjunto más amplio del mediterraneo oriental donde el mundo y la filosofía griega tienen un peso extraordinario, y sin embargo, a esta herencia filosófica se la deja fuera, o aún peor, se la aliena como originaria dentro de la mística hebrea, algo que aquí será razonado como un auténtico espejismo.

La mística de Platón, pero también la de Aristóteles fue incorporada a las exploraciones metafísicas del mundo hebreo como en el caso de Maimónides, que entró en conflicto con el resto de cabalistas rabínicos platónicos. Lo que abre la cuestión a una interrelación cultural de intercambio de ideas en el mundo antiguo, como sucedió con los griegos y egipcios, sin embargo, la relación entre místicos griegos y hebreos en la antigüedad aun se está clarificando a dia de hoy. Si quieres saber más sobre ello Zevi Slavin te lo cuenta AQUI.  El caso es que en esa relación entre culturas y su sabiduría, se han querido hacer inferencias históricas de dudosa autenticidad.

La cuestión clave a la que me refiero y que voy a tratar a continuación es la que da a entender que el «Corpus de conocimiento» de una figura con una talla como la de Platón es gracias a un supuesto, sino totalmente ficticio, encuentro con el profeta Jeremías en Egipto. Según este texto compuesto entre el 1530 y el 1572 por el Rabino Moshe Isserles, Platón pronunciaría estas palabras:

“Estuve con Jeremías en Egipto, y al principio me burlaba de él y de sus palabras, y al final, una vez que me acostumbré a hablar con él y a observar atentamente sus acciones, vi que sus palabras eran palabras del Dios vivo. Entonces dije en mi corazón y establecí que él era un sabio y un profeta”.

Rabbi Moshe Isserles (Rama), Torat HaOlah (1:11).

Veamos esto como un caso detectivesco. Para empezar actualmente se considera que el profeta Jeremías vivió entre los años 626-586 a. C.  y Platón vivió entre los años 427 – 347 a. C.  Es decir, existen al menos siglo y medio de diferencia entre los dos, considerando además que Platón lo tendría que haber conocido de adulto lo que hace que sean al dos siglos desde que muere Jeremías para la fecha probable en tiempos de Platón entre ambos personajes, lo que como se puede deducir, imposibilita tal encuentro que es descrito de forma idealizada. San Agustín, parece ser, ya hizo en su momento esta observación. Habría que sospechar profundamente que la declaración de Platón aparezca en primera persona, algo que se delata como ajeno a la forma en la que el insigne filósofo articulaba sus textos.

Eso como comienzo. Luego está la cuestión de que esta supuesta declaración hecha por Platón se concibiera en el renacimiento, muy oportuno momento, aprovechando toda la corriente intelectual en esta época que tenía a Platón como su máximo referente con conceptos análogos y coincidentes con la Cabalá, junto con textos como el «Corpus Hermeticum» que provenian de la tradición egipcia. Seguimos, si nos paramos a analizar el texto nos damos cuenta que Platón no utiliza en sus textos el concepto de «Dios vivo» para refereirse a la divinidad única como viene descrito en la cita, sino que es más propio de él utilizar el término «Creador» tal como aparece en el Timeo, y al «Alma del Mundo» o «Psique Kosmos» como esa «divinidad vital»,  tampoco existe para los griegos el concepto de «profeta», sino que la palabra que utilizan es la de «oráculo» (μάντις), como en el caso de la Pítia de Delfos, así que no es posible que identificara a Jeremías como tal. A todas luces el texto parece que es creado por este rabino polaco del siglo XVI para crear una «inferencia histórica» no real.

¿Por qué? La respuesta radica bajo la premisa de que en aquellos momentos los místicos, artistas y filósofos del renacimiento habían empezando a observar las coincidencias entre los textos cabalisticos y los textos platónicos y neoplatónicos, el caso de Pico de la Mirandola era uno de ellos. Anterior a Platón, el concepto del «infinito» aparece tanto en Anaximandro de Mileto (uno de los maestros de Pitágoras) como posteriormente en el Zohar con el nombre de «Ein Sof». Pero para conceptos atomistas aun más extraordiarios como el de «espacio potencial» o «Arché» Platón aparece brillando con Luz propia cuando vincula a estos a la «Armonia Mundi» siguiendo las esferas planetarias y el lenguaje de la música. Quién entienda algo de las Sefirot se encontrará con esquemas similares.  El problema para los místicos hebreos es que no emergen claramente hasta el siglo XII en España y el sur de Francia, mientras que en la filosofía griega se describen de una forma clara hacia el siglo IV a.C. . Bajo este aspecto, si algún teórico del siglo XVI «convierte» de forma ficticia a Platón a una supuesta iniciación cabalistica por parte del profeta Jeremías, entonces el problema está resuelto para el entorno rabínico, puesto que Platón lo habría aprendido todo de la tradición hebrea. Una ficción con carácter de mentira no piadosa, dado que han llegado diafanamente hasta nosotros los textos del Filebo de Sócrates, el Banquete donde nos habla del Alma, la Armonía y el Ser, la Carta séptima en la que Platón se refiere al pitagórico Arquitas, y el famoso libro de Filolao donde el filosofo griego encontró multitud de claves. Por lo que esa supuesta «iniciación» al conocimiento por parte de Jeremías en Egipto, es puro humo. Aunque Moshe Idel actualmente lo arregla diciendo que los filósofos presocráticos robaron ese conocimiento del mismo templo de rey Salomón. A ver donde se mencionan en la Biblia los solidos platónicos, o la Armonía Mundi, que me lo expliquen.

Platón estuvo en Egipto, si, como lo estuvo Pitágoras, pero para ser iniciado en un saber procedente de las matemáticas armónicas de la arquitectura, música, geometría y astronomía, que al igual que le sucedió a Pitágoras transformó su vida y previamente al abuelo de Platón, Solón. Pretender que fue el profeta Jeremías el que iniciara a Platón no es sino una maniobra dudosa que pretende dejar fuera de contexto los propios textos griegos. La reconstrucción de saber no funciona así.

Esta claro que para los místicos hebreos es importante porque sino no dirián refiriéndose a Platón:

«Sus palabras son las mismas palabras que las de los Cabalistas»

Menassen ben Israel

Las falsificaciones religiosas no eran una excepción durante el renacimiento tardío, que es cuando vivió Moshe Isserles, sino que sabemos por ejemplo del caso de los «Plomos de Sacromonte» o «Libros Plúmbeos» encontrados en 1599 y que estaban escritos en árabe, acerca de un supuesto y nuevo «quinto evangelio» que la Virgen había revelado para ser comunicado por toda España. Por lo que en esa ocasión los mulsulmanes trataron de realizar dicha falsificación que trataba de tener la «buena intención» de hacer de puente entre el Cristianismo y el Islam. También se ha de señalar que el momento dorado del Islam tuvo una gran influencia de los filósofos griegos, de Platón y Aristóteles, como bien representa esta herencia, Averroes.

Algunos dirán que la Cabalá es mas antigua a su aparición en el siglo XII en el España, dado que no existen registros de la misma de forma anterior. A este respecto el Dr. Laitman se justifica de la siguiente manera:

«Después de la ruina del Segundo Templo, es decir, después de una caída del nivel espiritual que el pueblo de Israel tenía durante la época del Templo, sobrevino la prohibición de difundir la sabiduría de la Cabalá. Los propios cabalistas prohibieron su expansión a la humanidad porque el mundo no estaba preparado para recibir el conocimiento y, por tanto, lo habría utilizado incorrectamente.» (artículo completo aquí)

Esta es la justificación que se da para entender el porqué en tiempos de Platón los hebreos no hablaban explicitamente acerca de la Cabalá. Sin embargo ellos reconocerian posteriormente  los conceptos usados por los filósofos griegos eran, en ciertas cuestiones análogas a los místicos hebreos, creando la duda de quién influenció a quién.

En el caso del Zohar, al cual se le considera un libro cabalístico, su autor, Moises de León (1240-1305) explica que su conocimiento ha de remontarse a Simeon ben Yochai, un místico del siglo II d.C. el cual habría compuesto el texto, dando un marco de tiempo a lo expuesto por el Dr. Laitman, acerca de «porqué» la Cabalá quedó oculta. Actualmente, no se ha encontrado prueba alguna de que el Zohar viniera de este místico, así lo señala una de las autoridades en la materia  Gershom Scholem, distinguido investigador israelí experto en cábala, que considera que la escritura del Zohar es una creación artificial, mezcla de un «Talmud Babilonico» y el » Targum Onkelos». Por otro lado, ¿acaso se puede interpretar el esquema cabalístico del carro místico de Ezequiel sin las claves astronómicas y estelares de la antigua Persia? No, no creo que sea posible. El zoroastrismo guardó claves resonantes con estas cuestiones ( + INFO: AQUÍ y AQUÍ) No hace falta mucha indagación para descubrir que los textos bíblicos y cristianos se codificaron bajo este mismo esquema ancestral. ¿Habría que recordar que los propios Magi de Persia fueron a buscar al Cristo a Belén, según los textos? El detalle muestra que el misticismo del mediterraneo oriental no se correspondía a una sola cultura cerrada en si misma, los místicos iniciadores no conocían de fronteras, por cierto, que la Persia antigua no tiene que ver con la contemporánea en los términos de esta clase de filosofía o simbolismo sosteniendo actualmente una visión fundamentalista y cerrada de lo religioso.


Para finalizar, mencionaremos el caso de  Johannes Reuchlin, un católico germano que se enmarca dentro las fechas del renacimiento (1455-1522), al que el Dr. Laitman menciona como «prueba» de que Pitágoras también recibió su formación por parte de los hebreos. Cito el texto DeArte Cabbalistica, del que Laitman se hace eco:

“Sin embargo, mi maestro Pitágoras, que es el padre de la filosofía, no recibió esas enseñanzas de los griegos, sino de los judíos. Por eso hay que llamarlo cabalista, […] y él mismo fue el primero en convertir el nombre Kabbala, desconocido para los griegos, en el nombre griego de filosofía. La filosofía de Pitágoras emanó del mar infinito de la Cabalá. Esta es la Cabalá, que no nos permite pasar la vida en el suelo, sino que eleva nuestro intelecto a la meta más alta de la comprensión”.

La única referencia que se tiene es la coincidencia de la Tetraktys de 10 puntos con el árbol de las Sefirot, también de 10 puntos (existiendo uno oculto). Aquí los partidarios de la vertiente de la iniciación hebrea quieren atribuir que el paso de Pitágoras por el Monte Carmelo se debe a una iniciación en los conceptos cabalísticos. Ciertamente, hubo iniciadores en el contexto del antiguo mediterraneo oriental, pero tratar de reducirlo todo a la idealización de las Sefirot contemporáneas es como tratar de insertar un zapato de otra medida con un calzador a la fuerza. El mundo hebreo celebran el inicio anual en el momento del año de la constelación de Aries, es decir, primavera,  su sagrado mes «Nissan», parecen tener poca memoria para recordar que «Nissan» viene del acadio Nissānu. Lo que demuestra que los mismos hebreos tienen aun en la actualidad celebraciones rituales procedentes de Babilonia, que es donde fué tomado cautivo Pitágoras, y que si recibió algún conocimiento fue del árbol sagrado sumerio, donde los dioses son números, creando estructuras aritméticas de armonía musical entre ellos. Justamente lo que sucede en la Tetraktys. Dicha «armonía musical» y con respecto a las letras, como sucedía en la antigua grecia (los himnos déficos así lo demuestran) es similar a la mística operativa con la música en la cultura hebrea y la comunión con lo divino, pero no porque la tomaran como referencia, sino que como ha indicado Kieren Barry en su investigación «La Cabalá Griega» los misterios asociados a las letras fue algo presente en la propia tradición griega, como así lo demuestra el Socrates en el Filebo, Platón, en el texto del Timeo, la técnica gráfica del Bustrofedón, Crantor de Cilicia, Proclo o toda la numismatica griega.

El peligro de seccionar al conocimiento antiguo del mediterraneo oriental es que este no llegue a reconocer tampoco sus vínculos con el oriente, y sobre todo en los temas de artimética sagrada. Esos puentes son necesarios. Las oraciones frente al «muro de las lamentaciones» pueden llevar a una espiritualidad que se convierta en una auto-hipnosis propia de una fragmentación en la intepretación cultural, que sin embargo corresponde con una antigua mística que fue transfronteriza y calidoscópica en el pasado, aunque dicha auto-hipnosis cultural como distorsión perceptiva también la puede sufrir el mundo musulmán, ambos han de reconocer sus raices comunes que beben de un contexto de búsqueda de conexión con lo divino donde no hay fragmentación y lleva a estas culturas más allá de si mismas.

 

Conclusión:

Existe un cierto «idealismo místico», en este caso en la tradición hebrea , donde ciertos sectores de sus estudiosos no quieren verse «contaminados culturalmente» por ninguna corriente mística coetánea y que además se consideran el  único origen de las demás tradiciones de conocimiento en el mediterraneo oriental y occidental, eso no puede ser. En ese sentido, no se si el Dr. Laitman es consciente de la interpretación sesgada que ha realizado en su artículo. Ni los griegos extraen todo el conocimiento desde su tradición cultural, ni tampoco lo hacen los hebreos de la suya, que por cierto, ambos vienen del alfabeto fenicio, por no hablar de la influencia egipcia, que la hay, solo hay que buscar los artefactos del asentamiento arqueologico de Tel Hazor; la cuestión es que existío una fuerte miscelania de ideas en el mundo antiguo, que resonaba en sabiduria a través de lo «arquetípico».

Por lo que he podido comprobar en mi investigación doctoral, la propia Tetraktys es el esquema para «el Alma del Mundo» de Platón, como ya apuntaron Keith Crichlow y Robin Waterfield, por lo que su codificación es concreta y relativa a la estructura armónica primordial de la música respesto al Cosmos, armonías que los griegos estudiaron mucho más en profundidad que los hebreos y que tenian una gran resonancia con Egipto y Sumeria,  asi que la idealización del mundo hebreo de considerarse «origen de la filosofía del mundo antiguo» no es muy recomendable y es engañosa en un entorno académico y cultural. La Gnosis, Sophia, se dió en Alejandría, los gnósticos escribian en griego, el Pleroma, las esferas planetarias, eran conceptos griegos, los arcontes, la noción de la falsa deidad hacia referencia a una que se consideraba exclusiva. Yavhé no es el mismo concepto como dios patriarca en los tiempos de Moises, o Jeremías, que posteriormente en el renacimiento, donde los judios en diáspora lo consideran un concepto mucho más abstracto y precisamente platónico, como reconocen los estudios antes citados de Gershom Scholem y actualmente Zevi Slavin. El conocido «Tikún Olam» , concepto místico hebreo para «la reparación del mundo», no dista en absoluto de la «Corrección del ver» de Platón o el «Atman» del mundo hinduista; esas coincidencias existen, pero muestran que ese mundo mediterraneo fue rico en compartir ideas, que en esencia no pertenecen a una única tradición ni a ningún misticismo nacional.

Pongamos las cosas en su contexto preciso. Hagamosló por amor a la sabiduría.

NOTA*: No es voluntad de este artículo desacreditar a un sistema de creencias determinado, sino establecer que su memoria cultural es mucho más amplia y coincidente precisamente con quienes fueron sus vecinos en el entorno del antiguo mediterraneo oriental. La interpretación cerrada de una exclusividad absoluta no puede responder sino a la búsqueda de una exaltación nacional, una distorsión, o peor aún «paraedolia cultural» en la que pueden caer cualquiera de las religiones del desierto sin distinción, y de hecho caen en este espejismo debido a un relato de conflicto entre ellas. O se supera el espejismo o el dolor de esa separación no se sanará, creando más sufrimiento humano por su deriva ciega de confrontación entre aquellos que comparten más simbolismo común de lo que pudieran llegar a pensar. Son precisamente los arquetipos universales que se guardaron dentro de la filosofía griega que permiten un puente práctico con aquello que las religiones del desierto se han esforzado por separar.