Existe aún el espejismo de la creencia que ciertos sacrificios a animales puede «purificar» una acción para crear «algo» no contaminado. A veces da la sensación que el ser humano es un poco ingenuo arrastrando desde milenios ciertas creencias.

Siempre se piensa que el tiempo lineal se puede redimir de alguna forma.

Esa es la historia de la creación del «tercer templo» en Jerusalen que algunos buscan realizar.

Desde tiempos de Moisés las vacas rojas (la ceniza resultante de su holocausto) se han utilizado para purificar a los fieles que han de realizar una construcción sagrada, pero muy pocas, solo nueve han sido sacrificadas desde el tiempo de Moises hasta el año 70 d. C. y ninguna más desde entonces, dado que estas debian tener unas condiciones especiales, entre las que estaban ser completamente pelirrojas, tan solo dos pelos que no fueran de ese color descalificarian a la vaca, tampoco podia haber llevado yugo alguno, ni tener más de tres años.  Cosas de los caprichos divinos presentes en los textos «sagrados».

Hace poco menos de un año se han encontrado «cuatro» vacas rojas procedentes de Texas y han sido enviadas a Israel. (casi dos milenios sin que aparezca ninguna y de repente hay cuatro? Mmmm … da que pensar…. ) Solo se sacrificará una de ellas, «la décima vaca», que hace más de 2000 años que no comtemplaba su propio involuntario holocausto.

Nadie sabe cuando.

Nadie sabe cómo o dónde exactamente.

Pero los sacerdotes, ya están listos.

Bajo una óptica cristiana dicha purificación carece de sentido, dado que la crucifixión fue ya suficiente purificación. Pero eso no quita para que inocentes sigan muriendo, en el dia de hoy siete miembros de la ONG de chef José Andrés han perdido la vida a manos del ejército israelí. «Daños colaterales», dirán, que responde a un pensamiento también «colateral» ya que no deben pensar con su totalidad cerebral los jefes al mando. Tenian todos los permisos de ayuda humanitaria activos y el ejercito tenia constacia de su actividad. ¿Cómo se puede entender un accidente asi?

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Existe una desagradable analogía acerca del posible y cercano sacrificio ritual de la «Vaca Roja» para buscar una supuesta «purificación» y la perdida de vidas humanas de inocentes para hacerse de nuevo con el territorio de Gaza, la cual poco a poco está adquiriendo tintes de una despreciable «limpieza étnica». Da la sensación que hubiera una analogía de sacrificio ritual lleno de automatísmo en ambas cuestiones, dejando de lado toda consideración humana. 

Dirán: «cosas de las guerras», como lo de la vaca, «cosas de las religiones», aunque múltiples rabinos dicen que el judaismo no es una religión, ah, claro, tienen rituales, jerarquias y libros sagrados pero ellos no son una religión, son otra cosa, la esencia única de la espiritualidad de este planeta deben ser bajo su punto de vista, «los escogidos» dicen. Aun así se lleven por delante aquellos que dicen colaborar con ellos para repartir alimentos a una población que está sufriendo un genocidio sistemático. ¡Que gran demostración de espiritualidad!.

Efectivamente los sucesos del pasado octubre fueron una desgracia, y ojalá devuelvan cuanto antes a los secuestrados con sus familias. Si bien eso tampoco hubiera sucedido si en Israel no hubiera secuestrados en cárceles niños y adultos desde hace años sin juicio alguno.

Incluso tres secuestrados que pudieron huir de Hamas fueron abatidos por el propio ejército de Israel al no reconocerles ni tan siquiera con la bandera blanca que portaban a principios del 2024. Se les disparó de forma directa, lo que muestra un tamaño de incompetencia militar que ralla el absurdo. Relato periodístico del acontecimiento AQUI (realizado por la periodista afincada en Jerusalén Noga Tarnopolsky) por no hablar del destrozo de hospitales, médicos muertos, y personal de la ONU también muerto.

¿Auto-defensa? Esto no es autodefensa.

Parece que los sucesos «caen del cielo», que «brotan de la nada», si son interpretados así es porque efectivamente se ha creado con los años un estado de Apartheid al pueblo Palestino. Por supuesto que el pueblo judio ha sufrido, pero precisamente por eso es debería ser el primero en no llevar de forma indiscriminada una solución extrema como la de la expulsión de los Palestinos, que queden vivos, del territorio de Gaza. ¡Que los acoja Egipto o Jordania! Dicen sus políticos…  ¿Pero se puede pretender expulsar aquellos que han vivido durante milenios en esas tierras? Las víctimas no deberian convertirse en verdugos de nadie. Naturalmente las protestas en Israel contra los dirigentes políticos tienen todo el sentido, pero ¿es consciente la población secular de que hay ciertos actos, como el sacrificio de la novilla roja, que pueden poner en conflicto lugares de centros sagrados para ambas tradiciones religiosas?

El tiempo lo dirá.

Ahora el tema de la Vaca Roja es análogo a la justificación innecesaria de un sacrificio «porque lo quiere Dios», porque cierta parte de la población ortodoxa parece obsesionada con ese tercer templo físico que además tiene que emplazarse donde está la Mezquita de la Roca creando un conflicto sin precedentes con todo el mundo musulmán. Basta ya… seguro Dios no quiere más sacrificios, ni de vacas, ni de inocentes humanos, a no ser que esa adoración sea hacia algo peor que no tiene nada de divino.

 

*NOTA: Según ciertas fuentes cercanas a las «Novillas Rojas», el acto de sacrificio de la novilla no implica la realización del Tercer Templo. Si no tan solo una «purificación» (bajo su punto de vista), aunque es cierto que abre la posibilidad a la construcción del Templo, una cosa no está implica necesariamente la otra. 

 

Sirvan las imágenes de Bansky, insigne artista para acompañar esta reflexión.