¿Existe el inconsciente aunque no podamos verlo?

Podríamos pensar que por levantarnos todas las mañanas y abrir los ojos estamos «conscientes» pero eso es una ilusión producida por el organismo.

La consciencia es una cuestión mucho más esquiva.

Es el problema más dificil de la filosofía. Definir la consciencia.

Normalmente me gusta remitirme a los griegos que lo tenian mucho más claro. El mito de la Caverna de Platón podría entenderse como «el inconsciente», una realidad parcial que es tomada como el total, se entendería que esa «copia» de lo real, esa sería la única aspiración de aquellos que habitan la caverna. Pero Platón habla de otra realidad más allá.

Lograr conectar el sistema perceptivo con esa «realidad más allá» fue la cuestión de los filósofosy otros anteriores a ellos.

Normalmente vivimos mucho en «piloto automático», esa es nuestra «caverna» en la que hay tres niveles de identidad a groso modo.

  • Identidad Cultural
  • Identidad Arquetípica
  • Identidad Potencial o unitaria. 

La Identidad Cultural es el piloto automático perceptivo que viene definido por la alienación que tiene toda cultura con su sistema de símbolo significativos, los cuales a veces pudieran tener una conexión arquetipica, pero normalmente solo se consumen de forma folklórica para formar parte las acciones comunes de la «tribu». Son meras sombras, no habiendo consciencia, no puede extraerse su significado. No sientan aparentemente mal, permiten cierta aparente convivencia, pero no responden cuestiones internas y profundas que el ser humano siente en ocasiones. La identidad cultural, en tanto que contiene ciertos automatismos se parece mucho al «inconsciente» y a la «caverna», por ejemplo, la alienación que sufren las mujeres en Afganistán, es un paradigma «no consciente» de un sistema en automático que toma la acción de una creencia «religiosa» como «un don de prestigio» frente al vecino para crear un desastre de tipo «cultural», en términos humanos.

La Identidad Arquetípica, es algo  que puede crear la programación misma cultural y está más allá de la misma, es un magma perceptivo latente hecho de una realidad temporal muy mayor al fragmento de tiempo que un ser humano vive. Dentro de la historia los mitos pero también los sistemas simbólicos abstractos están configurados con arquetipos que tienen un información trascendente para navegar la percepción más allá de la cultura. Jung decia que estos arquetipos estaban cargados con «energía psíquica» y que a veces incluso podían resonar en la propia realidad física de la persona. Habló de que ciertos arquetipos unidos al sentido transcendente de lo humano, lo religioso o filosófico, tenián mayor «energía psíquica».

Ahora bien, la identidad arquetípica, aun siendo más profunda que la «identidad cultural» podía o no llevar hacia una «identidad potencial o unitaria». Por ejemplo, los artistas trabajan con arquetipos siendo consicientes o no de ello, pero eso no asegura que su utilización lleve hacia lo unitario y normalmente no es así. Pocos destilan lo arquetipo hacia «algo más».

La Identidad Potencial o unitaria, la vuelta al ser en conexión con aquello que opera por encima suyo, tiene que ver con la posibilidad o la capacidad de ordenar los arquetipos para regresar a un lugar donde la percepción esta en coherencia con el Ser y la emanación de la fuente de arquetipos producidos por la propia naturaleza, que tiene una gamma muy amplia de ser expresada como puentes hacia un lugar de reencuentro y no fragmentación.

En inconsciente no sería sino una capa de baja energía de la consciencia en sí misma para poder entender los vínculos que ciertas expresiones culturales tienen como arquetipos que están cargados de «energía psíquica», lo suficientemente trancendentes como para posibilitar una vuelta a la «identidad potencial» no fragmentada. Algunos filósofos y alquimistas, trataban de precisamente establecer un puente de unión con esa realidad invisible pero que configura a lo visible.

Lo inconsciente sin más, en tanto que caverna, es un fast-food interpretativo, no es un estado que no aprecia la textura de lo real para conocerlo y  crear nuevas realidades, y se queda funcionando en automático, consumiendo lo que le dan, pero no generando ni indagando las estructuras de energía sobre las que se mueve y de las que no sabe como armonizarse con ellas. El inconsicente es «lo que viene dado» pero no es ni interiorizado ni unido a la percepción.

La sociedad actual por ello podría decirse que vive en un estado «inconsciente» al menos en ciertas cuestiones respecto a la capacidad para «repensar» cómo establecemos una relación eficaz con el ecosistema planetario, y una forma de vivir energéticamente sin entrar en conflicto con el mismo. Tesla, Walter Rusell, Ramanujan, Da Vinci y otros «genios», lograban entender los arquetipos energéticos de una forma que otros seres humanos no podían, lograron una desarrollar una profunda «textura» perceptiva en su»ver». Ese «ver» es un trabajo colectivo tan complejo como una catedral, que a veces, queda bajo las dunas de la «baja energía» o «el inconsciente», más aún cuando el «consciente» es pirateado por bajas frecuencias que pueden ser mal usadas de distintas formas por el «poder» o el «paradigmas cultural» de turno. La I.A. puede ser una forma artificial de «caverna» perceptiva, pero no tiene porque estar evolucionada, más aún cuando solo se alimenta de nuestro síndrome de diógenes de datos, pero no interpretándolos más allá del paradigma que se le haya programado previamente, «simula» pero no establece una relación culitativa de creación. Pero dado el nivel de energía perceptiva que poseemos parace hasta «espabilada».

El consciente, la «consciencia» será lograda cuando «las puertas de la percepción» sean depuradas como decía «William Blake» y en ese sentido estamos todos en en camino de ofrecernos las piezas de puzle, el hilo de Ariadna para reencontranos con nuestro potencial óptimo. Consciente e Inconsciente, no serían sino niveles de energía perceptivos.

Alguien dijo una vez «Puedes leer la Odisea con la cualidad perceptiva de una pelota de tenis y tendrás una interpretación equivalente, en cambio puedes leerla con la cualidad perceptiva de una pelota de basketball y tendrás la interpretación equivlente de tamaño de esa pelota», la información es la misma, la cualidad de la destilación de la misma no lo es. Todo depende de la «cualidad energética» desde donde se observe. ¿y qué destila una «cualidad energética» óptima?. Creo que algunos filósofos antiguos tenian alguna idea sobre ello.