Hubo un momento en el pasado cercano donde se han empezado a distiguir dos caminos de la evolución tecnológica cada vez más claros.

  • El primero estaba centrado en la autonomía de los transportes (individuales y colectivos) y los avances en la comunicación.
  • El segundo está centrado en la comunicación y la ausencia de la necesidad de transportarnos.

(parece un chiste, pero no, no lo es)

Las consecuencias de estos dos modelos aunque parecidos han abierto una brecha que supone los dos distintos caminos evolutivos de la raza humana. El segundo modelo tiene un peligro de adcción y pérdida de identidad, el primero no.

El primero conlleva posibilidad de la autonomia personal, el contacto presencial, la comunicaciones humanas y las interacciones culturales, mientras que el segundo  genera una sociedad del aislamiento donde todo podría ser realizado desde un lugar deslocalizado pero estático, sin movimiento alguno. El primero fomenta la exploración personal, la interactividad con el mundo físico, mientras que el segundo fomenta una alucinación colectiva, una ilusión constante de los sentidos a través de una psicodelia friendly de pantallas de interacción realista con nuestro seres conocidos y nuestros deseos de consumo, por no decir mayor control gubernamental sobre todo ciudadano.

Mientras que se nos quiere vender constantemente que el segundo caso parece dar más libertad y mas sostenibilidad ecologica, al mismo tiempo abre una posiblidad a un mayor aislamiento y a una virtualización de toda la sociedad humana, creando una desigualdad entre aquellos que utilizarán dichos productos y el resto de seres humanos en el resto del planeta que es muy posible que no lo hagan. El acceso aparente a la tecnología móvil no ha creado necesariamente más justicia en cuestiones de relaciones económicas.

Es más, posiblemente las sociedades en desarrollo son las que desafortunadamente se encargarán bajo este modelo de la producción y extracción de «minerales raros» que los objetos tecnológicos usan, creando ya de por si una diferencia de desarrollo mayor aún donde pese al político discurso de las «economias verdes» se perpepuaria un ciclo de explotación a estas economias y paises en desarrollo como ya ha sucedido durante todo el periodo de la globalización en las últimas décadas, así ha sido en el caso del coltán, el lítio, el grafeno y otros que están o puende estar por venir.

La disyuntiva actual nos presenta una aparente «no separación» entre estos dos caminos, es decir se está maquillando dicha separación, pero ese ir poco a poco condicionando a la sociedad a más usos digitales donde puede acabar haciendo prevalecer un aislamiento atroz entre los seres humanos, además de una atomización de la percepción humana y recreación constante de un mundo simulado creando una  escisión con la propia exploración de lo real en persona.  ¿ La cuestión de un uso de la proyección de imagen virtual constante u holografía como cultura puede traernos algo positivo? La simultaniedad como culto sin poder establecer las relaciones presenciales de una forma consistente abre un paradigma de nuevas condiciones de mayor individualismo en las sociedades de tipo capitalista del que ya había antes.

La inestabilidad geopolítica no ayuda a crear unas relaciones humanas efectivas que se muevan dentro del marco de lo presencial entre relaciones culturales si finalmente sucede esta separación de vias de uso tecnológico, lo que hace a las sociedades adquirir una vertiente cada vez más autista en sus tradiciones. Parece que hubiera quedado una suerte de trauma despues de la pandemia y sus efectos, pero no, estos problemas de disyuntiva tecnológica ya estaban presentes antes.

 

Nos enfrentamos a una distopia donde el escapismo virtual sea una realidad, mientras las I.As son entrenadas para saber cada vez más acerca de cada uno de nosotros, lo que conllevará a las empresas y corporaciones el adivinar los puntos flacos de adicción a sus productos de cada ser humano.

 

Ya somos yonkies digitales, puesto que estas tecnologias ya se han mezclado con lo laboral y las relaciones personales; la cuestión es hasta que extremo vamos a estirar la cuerda de poder establecer una dinámica segura de rescate de la percepción humana como tal y que esta no sea substituida por la inteligencia artifical coorporativa que pirateara nuestros modelos psicológicos para hacernos adictos a sus tecnologías cada vez más inmersivas, y que cada vez secuestran más toda experiencia física. Uno llega a preguntarse por la legalidad de todos estos procedimientos.

La patología puede a llegar a ser extrema si acaso no tomamos consciencia de lo que está sucediendo que es el fracaso de las relaciones humanas interculturales que están siendo substituidas por un modelo simulado de lo real para potenciar estados de dopamina vinculados a tecnologias que se parezcan más a la hipnosis que a la autoconsciencia.

Sin embargo existe una posibilidad de toma de consciencia donde la exploración y la autonomia de los seres humanos se recupere, la cuestión es si tenemos voluntad y consciencia para distiguir la dirección de lo que parece una explotación económica del capilatismo virtual como único camino o acaso pongamos esfuerzo en la exploración física que antaño definió nuestro espíritu de saber y de conocimiento haciendonos lo que aún somos hoy en dia…

aún…